Tras la derrota de 0-3 sufrida en casa frente a Fuerte San Francisco, el entrenador de FAS, David Caneda, habló de la situación del equipo y analizó lo sucedido en un partido que dejó muchas dudas sobre el rendimiento del cuadro santaneco. La derrota, que significó la segunda consecutiva para el conjunto de Santa Ana, agudizó la falta de efectividad ofensiva que viene arrastrando el equipo, además de algunas tensiones internas que se reflejaron durante el encuentro. Caneda fue claro al señalar que la situación del equipo es preocupante, pero también aseguró que la única manera de mejorar es seguir trabajando para ganar.

El técnico español reconoció abiertamente la principal debilidad que está aquejando a FAS: la incapacidad de generar gol. “Nos está costando mucho trabajo generar gol”, afirmó Caneda. Para el entrenador, la falta de efectividad en ataque se convierte en un lastre que recae sobre todo el equipo. “Eso responsabiliza demasiado a los de atrás para hacer juego y se nos está complicando un poquito, la verdad”, expresó. La ofensiva no está funcionando como se espera, y esto genera un desgaste extra en las líneas defensivas, que se ven obligadas a mantener el control mientras los delanteros luchan por concretar las jugadas. Esta situación, según Caneda, no puede alargarse mucho más si el equipo desea mantenerse competitivo.




La frustración por la falta de goles y el rendimiento del equipo ha comenzado a reflejarse en los resultados. Caneda fue contundente en su mensaje: “Tiene que mejorar, no puede seguir dejando ir puntos”. En su opinión, el fútbol es un deporte en el que el objetivo principal siempre es ganar, independientemente de las circunstancias. “Vamos a intentar ganar, seguro, porque de esto se aprende”, aseguró el entrenador. A pesar de la racha negativa, Caneda tiene claro que el equipo debe aprender de cada derrota y luchar por mejorar en cada aspecto del juego. No obstante, la presión crece, y la preocupación de la afición también es cada vez mayor.

En cuanto a los roces visibles entre algunos jugadores durante el partido, el técnico restó importancia al incidente, que se dio tras el tercer gol encajado por FAS. “Imagínate perder un partido 0-3 en casa, ¿qué quieres, que se estén dando caramelos? Es normal. Eso forma parte del fútbol. Hasta lo veo bien”, comentó. Para Caneda, estas situaciones son parte del fútbol y no considera que haya conflictos graves en el vestuario. “Es algo que se da cuando las cosas no salen bien”, agregó, minimizando los roces y asegurando que la dinámica interna del equipo no está en riesgo. Su enfoque se centra en la parte táctica y en la necesidad de mejorar el rendimiento colectivo.

El tema de las rotaciones también fue abordado por Caneda. Reconoció que los cambios que realizó durante el partido no tuvieron el impacto esperado. “Tenemos una plantilla demasiado amplia, hay que hacer cambios, pero los cambios tampoco entraron muy bien en el partido. No me gustó”, dijo el entrenador. La gestión de la plantilla sigue siendo un desafío, ya que algunos jugadores que ingresaron en los segundos 45 minutos no lograron mejorar la imagen del equipo. Caneda destacó la importancia de contar con una plantilla amplia para rotar, pero reconoció que las rotaciones no siempre garantizan un cambio positivo en el rendimiento.

Finalmente, Caneda hizo una reflexión sobre la manera en que el equipo debe funcionar para obtener buenos resultados. Según su análisis, FAS depende mucho del control del juego para mantener su rendimiento. “Dependemos mucho de tener juego, de hacer daño. Cuando no se da, nos deshilachamos, porque las características de nuestros jugadores son así. Son muy buenos, pero todo está pendiente de un hilo”, concluyó. Para Caneda, la clave para recuperar el nivel está en recuperar el control del juego, en lograr que los jugadores encuentren su mejor versión y en hacer daño al rival, algo que no se ha logrado en las últimas presentaciones. La situación es delicada, pero el técnico tiene la esperanza de que, con trabajo y correcciones, el equipo pueda superar esta mala racha y volver a ser competitivo.