Con el partido de homenaje a Jorge “Mágico” González aplazado debido al percance aéreo sufrido por el Cádiz CF, la Selección Nacional de El Salvador volvió a los entrenamientos este martes, centrando su atención en Puerto Rico, su primer rival en la ruta eliminatoria de Concacaf hacia la Copa Mundial 2026.

Inicialmente, los jugadores a las órdenes del técnico David Dóniga estaban ilusionados con la oportunidad de participar en la “Noche Mágica” programada para el 30 de mayo. Sin embargo, el avión que trasladaba al conjunto español sufrió desperfectos, lo que obligó a posponer el evento. Aunque lamentó el aplazamiento, Dóniga expresó su alivio por la seguridad de todos los involucrados: “Después del susto nos comentaron que la habían pasado mal y estamos todos muy contentos que no haya ido a mayores. El evento es una pena que no se haya podido hacer ahora, pero estoy convencido que todos los responsables están buscando una fecha para hacerlo en el menor tiempo posible”.




Mientras se espera la reprogramación del partido homenaje, el combinado Azul continúa sus preparativos para el próximo desafío. Actualmente, más de 20 jugadores están en el campamento, y este martes se unieron Jairo Henríquez del Colorado Switchbacks de la USL y Tomás Romero, portero del New York City de la MLS. También se esperan las llegadas de Nelson Bonilla del Sukhothai de Tailandia y Kevin Santamaría del Comerciantes Unidos de Perú.

Dóniga confía en que, a más tardar, la noche del domingo o lunes contará con todos los jugadores solicitados. Mientras tanto, seguirán con el plan de entrenamientos con los presentes y, el jueves, probablemente realizarán un interescuadras para mantener la programación y distribuir las cargas de trabajo. “Ya estamos enfocados y metidos en el trabajo del profe y en lo que queremos. Es importantísimo estar acá, estábamos esperando el partido del Cádiz, pero lastimosamente no se dio”, comentó el jugador Javier Fermán, reflejando el compromiso del equipo.

El enfoque ahora está completamente en el enfrentamiento contra Puerto Rico, crucial para las aspiraciones mundialistas de El Salvador. El aplazamiento del evento con Cádiz ha permitido a Dóniga y su equipo concentrarse aún más en la preparación y estrategia necesarias para comenzar con buen pie la ruta hacia la Copa Mundial 2026.