Isidro Metapán rescató una victoria agónica en el Calero Suárez tras imponerse 2-1 ante Platense en un partido que mantuvo la tensión hasta el último suspiro. Aunque el equipo local se adelantó temprano en el marcador, debió esperar hasta los minutos finales para sellar el triunfo gracias a un tanto decisivo de Mosquera. Platense, por su parte, jugó con valentía y actitud pese a las dificultades, pero terminó cayendo cuando parecía que podía llevarse al menos un empate. Con este resultado, Metapán suma puntos vitales, mientras que los viroleños ven complicarse aún más su situación en el Clausura 2025.

El encuentro comenzó de manera ideal para los caleros. Apenas al minuto 3, Uriel Miranda, uno de los jóvenes talentos del equipo, aprovechó un espacio en la zaga rival para anotar su primer gol en Primera División. Fue un golpe tempranero que dejó sin reacción al arquero Melgarejo y que encendió el entusiasmo en las gradas del estadio. Con esa ventaja inicial, Metapán pareció tener el panorama a su favor para manejar el partido y buscar una goleada. Sin embargo, el trámite del juego mostró otra historia, con un equipo local que, a pesar de su iniciativa ofensiva, no lograba consolidar su dominio en el marcador.




Las condiciones del terreno y la presión del rival jugaron en contra de los planes del técnico Erick Dowson Prado. Aunque el equipo intentó profundizar por las bandas, la cancha del Calero Suárez no favoreció el estilo de juego que Metapán pretendía imponer. Las dificultades para hilvanar jugadas claras se hicieron evidentes, mientras que Platense, con una actitud combativa, fue creciendo en el encuentro. Pese a sus limitaciones, el equipo visitante mantuvo el orden táctico, apostó por el contragolpe y buscó explotar cualquier descuido del rival.

Esa actitud tuvo su recompensa justo antes del descanso. Andrés Bello sorprendió con un disparo desde larga distancia que, tras rozar el poste, se coló en la portería defendida por Víctor García. El empate cayó como un balde de agua fría para Metapán, que se fue al vestuario con la obligación de replantear su estrategia. Ya en la segunda parte, el ingreso de Steven Guerra y la presencia de Isaac Portillo en la zona media le dieron mayor equilibrio al equipo local, que se volcó al ataque en busca del segundo gol. Mientras tanto, Platense resistía con disciplina y cerraba espacios con inteligencia, estirando los minutos mientras la presión aumentaba en la cancha y en las tribunas.

Cuando el empate parecía sellado, Mosquera apareció en el área para conectar un balón que cambió el rumbo del partido. El gol, en los instantes finales, desató el júbilo entre los aficionados caleros y selló una victoria muy trabajada.

Platense, que hizo méritos para al menos sumar un punto, se marchó con las manos vacías. La derrota les deja un sabor amargo, no solo por lo cerca que estuvieron de lograr un empate, sino también por lo mucho que significaba en su lucha por mantenerse en la pelea del torneo. Metapán, en cambio, respira aliviado tras sumar de a tres en un cierre que reafirma su carácter y su capacidad para responder en momentos de apremio.