La selección de El Salvador se proclamó campeona del Campeonato de Fútbol Playa de CONCACAF 2025 tras vencer 2-1 a Guatemala en la final disputada en Nassau, Bahamas. Con este triunfo, la Azul y Blanco sumó su tercer título regional, luego de los obtenidos en 2009 y 2021. Los goles salvadoreños fueron obra de Elmer Robles y del portero Erick Nájera, quienes aseguraron el trofeo para su equipo. Más allá del título, ambos finalistas lograron su clasificación al Mundial de Seychelles 2025, garantizando su presencia en la máxima competencia de la disciplina.

El partido comenzó con una selección salvadoreña decidida a imponer condiciones, presionando desde el inicio y generando peligro sobre el arco guatemalteco. Sin embargo, Guatemala respondió con un juego ordenado y aprovechando los espacios para lanzar ataques esporádicos. Fue así como, en el minuto seis del primer periodo, Miguel González abrió el marcador para los chapines tras una buena combinación con Pablo Crocker. El tanto sorprendió a los dirigidos por Rudis Gallo, quienes no tardaron en reaccionar. Sobre el final del primer periodo, Elmer Robles igualó el marcador con una espectacular tijera, devolviendo la confianza a su equipo.




En el segundo periodo, El Salvador tomó el control del partido con la entrada de Erick Nájera. El guardameta no solo aportó seguridad en su área, sino que también se convirtió en protagonista al anotar el gol de la remontada. Al minuto 11, Nájera sorprendió con un potente disparo desde su mitad de cancha, dejando sin opciones al arquero guatemalteco. A partir de ese momento, el equipo salvadoreño dominó el encuentro, generando constantes llegadas y manteniendo la presión sobre su rival. Guatemala, por su parte, optó por replegarse y esperar algún error de la defensa cuscatleca para buscar el empate.

El último periodo fue de control total para El Salvador. Con el marcador a favor, el equipo manejó los tiempos del partido y evitó cualquier reacción de Guatemala. Ambos equipos intercambiaron intentos con pelotazos largos y remates acrobáticos, pero sin precisión. La selección salvadoreña mostró inteligencia para administrar la ventaja y asegurar el triunfo sin arriesgar demasiado. A pesar de los intentos finales de los guatemaltecos, la defensa y el arquero Portillo respondieron con solvencia, sellando el resultado definitivo.

Con este título, El Salvador reafirma su dominio en el fútbol playa de la región y se consolida como uno de los equipos más fuertes de CONCACAF. Además, la clasificación al Mundial de Seychelles representa una nueva oportunidad para demostrar su nivel en el escenario internacional. La Azul playera celebró su tercera corona continental y ahora se enfocará en su preparación para el desafío mundialista, con la esperanza de seguir llevando en alto el nombre del país.