El Salvador logró rescatar un empate 1-1 ante Pachuca en un encuentro donde la selección mostró una mejor versión en la segunda mitad. A pesar de un primer tiempo complicado, los cambios realizados por el técnico Hernán Darío Gómez dieron resultado, permitiendo que el equipo nacional terminara con mejores sensaciones. Emerson Mauricio fue el encargado de marcar el gol que selló la igualdad en el marcador, destacando el desempeño de los jugadores jóvenes que entraron en la segunda mitad y le dieron un nuevo aire al conjunto salvadoreño. Con este resultado, El Salvador logró recuperar parte de la confianza perdida, tras una primera parte en la que la actuación de los jugadores dejó dudas. 

El primer tiempo tuvo momentos positivos para la selección, generando oportunidades claras como la de Josué Rivera, quien desperdició un disparo sin arquero, y los intentos de Jairo Henríquez por desbordar por la banda izquierda. Sin embargo, Pachuca se mostró ordenado y esperó el error del rival. Dicho error llegó cerca del minuto 40, cuando una falta de Jorge Cruz dentro del área fue sancionada como penalti. Ilian Hernández ejecutó con precisión y puso en ventaja al equipo mexicano, dejando a la afición salvadoreña frustrada con la actuación de su selección en la primera mitad. El gol no solo afectó el marcador, sino que también empañó el rendimiento general del equipo, que se fue al descanso con el sentimiento de haber dejado pasar una buena oportunidad para irse al frente.

El descanso trajo consigo cambios significativos para El Salvador. “Bolillo” Gómez, consciente de la necesidad de un revulsivo, optó por realizar modificaciones clave en el ataque. Los ingresos de Harold Osorio, Enrico Dueñas y Francis Castillo aportaron frescura y dinamismo al equipo, mientras que Bryan Landaverde y Diego Flores reforzaron el mediocampo y la defensa. Estos movimientos empezaron a dar sus frutos casi de inmediato, con una selección más vertical y creativa. En los primeros minutos de la segunda mitad, Enrico Dueñas mostró su calidad con un disparo desde fuera del área al minuto 51. Dos minutos después, Francis Castillo también probó suerte, aunque su disparo se fue desviado. Sin embargo, a diferencia del primer tiempo, el equipo mostró señales claras de recuperación ofensiva.

La jugada clave llegó al minuto 58, cuando Enrico Dueñas, con una gran visión, asistió a Emerson Mauricio, quien aprovechó el pase para posicionarse entre los defensores y rematar al fondo de la red. El gol del empate llegó en un momento crucial, cuando El Salvador más lo necesitaba para recuperar la moral y la intensidad en el juego. La celebración reflejó el alivio de un equipo que había sufrido durante la primera mitad y que, con el empate, ganaba confianza para continuar presionando en los minutos restantes.

Con el empate, la selección salvadoreña se mostró más confiada y comenzó a presionar en busca de la remontada. La dinámica del equipo cambió con la presencia de jugadores más jóvenes, quienes demostraron que pueden ser piezas importantes en la renovación del combinado nacional. A nivel ofensivo, el equipo exhibió mayor creatividad y movilidad, algo que no se había visto en el primer tiempo. La entrada de los nuevos jugadores permitió que El Salvador tuviera más posesión de balón y generara más oportunidades de peligro, lo cual fue una clara mejoría respecto al inicio del encuentro.

Aunque no se logró la victoria, el segundo tiempo dejó una imagen alentadora de cara a los próximos compromisos. El rendimiento ofensivo mostró que El Salvador tiene jugadores capaces de marcar la diferencia, y la renovación generacional parece estar en marcha. Este tipo de encuentros ayudan a identificar las fortalezas y debilidades del equipo, lo cual es fundamental para seguir avanzando en la preparación de cara a futuros desafíos. El resultado frente a Pachuca permite a El Salvador seguir afinando detalles en su estrategia, con la esperanza de consolidar un estilo de juego más efectivo y competitivo.