La situación del Estadio Óscar Alberto Quiteño, casa del Club Deportivo FAS, ha generado controversia en el ámbito deportivo salvadoreño debido a la ausencia de una malla perimetral en sus instalaciones. El presidente de la Primera División, Samuel Gálvez, fue enfático al advertir que el recinto no será aprobado para la competición si no cumple con esta medida de seguridad. En declaraciones recientes, Gálvez indicó que el club santaneco tiene un plazo limitado para solventar esta situación. “Si no le ponen la malla al estadio no se lo van a aprobar. La suerte que tienen es que en la próxima fecha juegan de visita y luego descansan, así que tienen una semana para hacerlo”, afirmó.

La remoción de la malla, una iniciativa encabezada por el alcalde de Santa Ana, ha sido bien recibida por ciertos sectores de la comunidad como un gesto de modernización y apertura. Sin embargo, Gálvez dejó claro que esta acción entra en conflicto con las normativas exigidas por la Comisión de Licencias. Según el dirigente, para que un estadio sea aprobado, debe cumplir con requisitos específicos que garanticen la seguridad tanto de los jugadores como de los aficionados. “Entiendo que lo hicieron como una forma de apoyo, pero las reglas son claras. Sin malla, el estadio no cumple las normativas necesarias”, agregó.




La polémica se ha intensificado debido a comparaciones con otros recintos deportivos, como el Estadio Mágico González, que tampoco cuenta con malla perimetral pero fue sede de la final del torneo anterior. En este punto, Gálvez explicó que las condiciones del Mágico González son diferentes, ya que cuenta con una barda perimetral de 1.80 metros de altura, lo cual cumple con los estándares establecidos por la CONCACAF. En contraste, el Quiteño presenta una barrera más baja, que, según Gálvez, facilita el ingreso no autorizado al campo de juego. Esta diferencia técnica ha sido determinante para que el estadio santaneco no reciba la misma consideración.

Otro aspecto mencionado por Gálvez es la variación en las medidas de seguridad implementadas durante diferentes tipos de partidos. Mientras que en una final se despliegan recursos de seguridad más robustos y específicos, un encuentro regular no cuenta con el mismo nivel de cobertura. Este factor incrementa la importancia de las medidas estructurales, como la malla perimetral, en estadios como el Óscar Alberto Quiteño. Gálvez argumentó que confiar únicamente en la presencia de la policía no es suficiente para garantizar la seguridad durante un partido ordinario.

A medida que se acerca el plazo para resolver esta situación, el futuro del Estadio Óscar Alberto Quiteño en el Clausura 2025 permanece incierto. El Club Deportivo FAS, junto con las autoridades locales, deberá tomar una decisión rápida para asegurar que el recinto cumpla con los requisitos exigidos por la Primera División. De no ser así, el club podría verse obligado a buscar una sede alterna, una situación que complicaría su desempeño en el torneo y afectaría a su afición, que espera ver al equipo jugar en casa.