El Municipal Limeño consiguió una valiosa victoria en su visita al estadio Óscar Quiteño, donde venció por la mínima a FAS en un partido tenso y con pocas emociones. Un solitario gol de Sebastián Julio en los minutos finales fue suficiente para que el equipo visitante se llevara los tres puntos, mientras que los tigrillos sufrieron un nuevo revés en un torneo que no les ha sido favorable. La derrota dejó a FAS en la parte baja de la tabla y aumentó la inconformidad de su afición, que ya venía mostrando su descontento por los cambios en la dirección técnica.

Desde el inicio, el encuentro se presentó trabado, con muchas imprecisiones y poca claridad en ofensiva por parte de ambos equipos. FAS intentó tomar el control del juego con mayor posesión, pero sin generar peligro real sobre el arco defendido por Cristopher Rauda. Limeño, por su parte, apostó por una estrategia más conservadora, esperando los errores del rival para sorprender en el contraataque. El primer tiempo transcurrió sin mayores sobresaltos, con apenas un par de disparos desviados que no inquietaron a los guardametas. La poca actividad en el área y la falta de dinamismo en el juego generaron frustración en la afición local, que despidió a su equipo con abucheos al término de los primeros 45 minutos.




Para la segunda mitad, el panorama cambió ligeramente. Limeño salió con mayor intención ofensiva, buscando aprovechar cualquier descuido de la defensa tigrilla. FAS, obligado por su condición de local, adelantó líneas, aunque siguió mostrando falta de profundidad en ataque. La intensidad del partido aumentó con el paso de los minutos, lo que se reflejó en el número de amonestaciones. La tensión en el estadio fue en aumento, especialmente cuando el técnico David Caneda realizó cambios en su alineación, generando división entre los aficionados. Mientras algunos pedían paciencia, otros manifestaban su inconformidad con gritos y silbidos dirigidos al banquillo.

El momento clave del encuentro llegó al minuto 70, cuando FAS se quedó con diez jugadores tras la expulsión de Bryan Tamacas, quien recibió su segunda tarjeta amarilla tras una falta sobre un jugador rival.

Con un hombre menos, los locales quedaron expuestos y Limeño supo aprovechar la oportunidad. En el minuto 83, el técnico José Romero realizó una modificación que resultó determinante: envió al campo a Sebastián Julio, quien, en su primer contacto con el balón, marcó de cabeza el gol que sentenció el partido. El delantero chileno sorprendió a la defensa santaneca con un remate preciso que dejó sin reacción a Kevin Carabantes.

En los últimos minutos, FAS intentó reaccionar con más empuje que ideas, pero Limeño se defendió con orden y logró asegurar la victoria. El pitazo final confirmó la derrota de los tigrillos, dejando un ambiente tenso en el Quiteño, donde la afición local no ocultó su molestia. Mientras el equipo visitante celebraba un triunfo que lo mantiene en la lucha por los puestos de clasificación, FAS deberá buscar soluciones urgentes si quiere enderezar el rumbo en el torneo.