En medio de un ambiente de incertidumbre y sospechas, la reciente denuncia sobre un presunto intento de amaño en la pasada final entre Municipal Limeño y Alianza ha sacudido el fútbol salvadoreño. La información salió a la luz gracias a una publicación del periodista Odir Arriola, quien entrevistó a un exmiembro del equipo de Municipal Limeño. Este informante, bajo condición de anonimato, aseguró que recibió una llamada desde Sudamérica con el propósito de utilizarlo como enlace para contactar a otros jugadores y manipular el resultado de la final. Aunque el intento no prosperó, la situación ha encendido las alarmas en la liga local.

Ante estas graves acusaciones, Samuel Gálvez, presidente de la Primera División de El Salvador, se pronunció días después, mostrando preocupación por la situación y adelantando que se discutiría en la reunión de la liga. Sin embargo, pese a condenar cualquier intento de amaño y prometer tomar medidas, Gálvez no detalló qué acciones concretas se adoptarán, dejando en claro que la fiscalía será la encargada de investigar y actuar en consecuencia. “Es un tema a tratar con pinzas, pero nosotros vamos a apoyar para que las investigaciones se den”, expresó, sin ofrecer mayores detalles.




 

La falta de acciones específicas y la dependencia de la fiscalía han generado inquietud entre los aficionados y analistas, quienes exigen transparencia y contundencia en la gestión de la Primera División ante estas denuncias. Gálvez, aunque mostró disposición para colaborar, dejó el tema en manos de la fiscalía y se limitó a expresar el respaldo de la liga a las investigaciones. “Sé que ya hay alguien que habló sobre eso, es porque tiene información. Nosotros como Primera vamos a tomar todas las medidas necesarias”, afirmó, aunque sin especificar qué medidas podrían aplicarse desde el ámbito deportivo.

Este caso no es el primero que genera preocupación sobre el amaño de partidos en el fútbol salvadoreño. En el pasado, la selección nacional ya se vio envuelta en controversias similares, por lo que esta nueva sospecha revive un tema sensible que afecta la credibilidad del deporte en el país. Gálvez señaló que la liga revisará los detalles de este posible intento de manipulación del resultado y analizará cómo aportar desde su rol institucional. No obstante, la falta de precisión en las acciones planteadas ha dejado a la opinión pública con muchas interrogantes sobre la verdadera capacidad de respuesta de la Primera División.

La posibilidad de que exista corrupción en el deporte nacional ha puesto nuevamente en el centro del debate la necesidad de adoptar políticas claras contra el amaño de partidos. Mientras los directivos aseguran su compromiso para apoyar la investigación, los aficionados y los propios futbolistas esperan.