El entrenador peruano Alberto Castillo fue cesado de su cargo como director técnico del FAS tras la victoria ante Once Deportivo. La noticia le fue comunicada por David Caneda, coordinador general del club, quien lo citó en el estadio Óscar Quiteño para informarle que su ciclo con el equipo había llegado a su fin. La decisión tomó por sorpresa a Castillo, quien expresó su desconcierto y descontento con la dirigencia, asegurando que no recibió una explicación clara sobre su despido más allá de un supuesto cambio de rumbo dentro del equipo.

Castillo manifestó sentirse traicionado por la directiva del FAS, especialmente por la manera en que se llevó a cabo su salida. Según sus declaraciones, el equipo había superado un periodo complicado y se encontraba en una mejor dinámica, por lo que no comprende la decisión de separarlo del cargo en un momento en el que veía avances. Además, criticó la falta de apoyo de la dirigencia en aspectos como la motivación del plantel y la gestión psicológica de los jugadores, factores que, según él, influyen directamente en el rendimiento del equipo.




El entrenador también señaló que la nueva administración no respetó los acuerdos establecidos previamente con los antiguos dueños del club. Explicó que su contrato incluía una renegociación en caso de llegar a la final del torneo, lo cual se cumplió, pero la directiva actual desconoció dicho acuerdo. A pesar de esta situación, Castillo optó por continuar en el equipo por compromiso y cariño hacia la institución, pero finalmente fue desvinculado sin que se le brindaran razones sólidas para su despido.

Otro aspecto que generó sospechas en el técnico peruano fue la presencia de una persona dentro del cuerpo técnico cuya función parecía ser la de monitorear cada detalle de su trabajo. Según Castillo, este individuo tomaba notas constantes durante los entrenamientos y los partidos, además de registrar información a través de su celular. También mencionó que en los últimos días percibió cambios en la actitud de Caneda, lo que le hizo pensar que había algo más detrás de su salida. Sin embargo, no pudo obtener respuestas claras al respecto.

Finalmente, Castillo expresó su frustración ante la posibilidad de que el club no le pague el salario pendiente, mencionando que la directiva le propuso recibir el pago de manera mensual en lugar de una liquidación inmediata. Esta situación le genera complicaciones, ya que tiene una oferta de trabajo en el extranjero y necesita salir del país cuanto antes. A pesar de todo, el entrenador se mostró agradecido con la afición y con los jugadores, asegurando que siempre entregó su máximo esfuerzo por el bienestar del equipo.