El exfutbolista salvadoreño Enmanuel Osorto, mejor conocido como el “Payaso” Osorto, ha dado un giro radical a su vida profesional. Lejos de las canchas de la Liga Mayor de El Salvador, el otrora defensor ahora triunfa en un escenario completamente distinto: el circo. Desde Emiratos Árabes Unidos, Osorto continúa persiguiendo una de sus más grandes pasiones, el arte circense, que lo ha llevado a escenarios internacionales y lo mantiene vigente en un ambiente muy diferente al fútbol.

Osorto, quien colgó los botines en 2021 tras su paso por el equipo Destroyer del Puerto de La Libertad, comenzó su carrera futbolística en el Atlético Comalapa, pero su nombre resonó con fuerza en Juventud Independiente de San Juan Opico, donde fue parte de la famosa “Juve”. Durante sus años en las canchas, se destacó por su carácter y carisma, aspectos que le valieron el apodo de “Payaso”. Sin embargo, este sobrenombre no solo describía su espíritu alegre en el campo, sino que también hacía referencia a su otra gran pasión: el circo.




 

El fútbol fue una etapa importante en su vida, pero el circo siempre estuvo presente. Según Osorto, su interés por el arte circense comenzó muchos años antes de su retiro del deporte profesional, lo que le permitió desarrollar habilidades como acróbata y artista escénico. Aunque su apodo sugería que su papel sería el de payaso, Osorto se ha destacado más como acróbata, mostrando un dominio sorprendente en las disciplinas del circo, algo que ha causado admiración entre quienes lo conocían únicamente por su faceta de futbolista.

Actualmente, Enmanuel Osorto se encuentra en Dubai, donde forma parte de un prestigioso circo en Emiratos Árabes Unidos. Su éxito en el mundo circense ha sido evidente, pues ha logrado abrirse camino en una industria tan competitiva y diferente a la que estaba acostumbrado. En un video reciente que compartió, Osorto muestra su vestimenta de acróbata y envía un saludo a sus compatriotas en El Salvador, demostrando que, aunque se encuentre lejos de casa, su amor por el país y su identidad salvadoreña siguen siendo una parte esencial de su vida.

Este cambio en la vida de Osorto es un ejemplo inspirador de cómo se pueden seguir nuevas pasiones y alcanzar el éxito en campos completamente distintos. De ser un defensor luchador en el fútbol salvadoreño, ahora es un acróbata reconocido en el mundo del circo. A través de su ejemplo, Osorto ha demostrado que nunca es tarde para reinventarse y encontrar el éxito en una nueva disciplina, una lección que puede resonar en aquellos que buscan nuevas oportunidades más allá de su primera carrera.