En una situación que ha sacudido al mundo del fútbol, el Club Deportivo Topiltzin (C.D. Topiltzin) se encuentra al borde de un precipicio, ya que no ha obtenido la aprobación para programar su próximo partido contra Cruzeiro y enfrenta la amenaza inminente del descenso a la Tercera División. Esta situación proviene de la falta de solvencia económica del club para cumplir con las obligaciones financieras con sus jugadores.

La Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) emitió un comunicado en el que se anunció que, de no solventar la deuda con sus jugadores, el C.D. Topiltzin no podrá programar su siguiente jornada y automáticamente será relegado a la Tercera División. Esta noticia ha generado preocupación entre los seguidores y la comunidad deportiva.




Además, en una declaración adicional de la FESFUT, se reveló que el Comité de Licencias de Clubes había llevado a cabo un procedimiento de fiscalización aleatoria para el cumplimiento de los contratos entre jugadores y clubes de las Divisiones de Fútbol Profesional. La mayoría de los clubes presentaron la documentación requerida, excepto el C.D. Topiltzin, que solicitó una prórroga para presentar la documentación y, hasta la fecha, no ha cumplido con esta exigencia.

Esta situación ha llevado al Comité de Licencias a suspender las programaciones de juegos pendientes del C.D. Topiltzin hasta que el club demuestre el cumplimiento de sus obligaciones contractuales con los jugadores. El futuro del equipo y su permanencia en la Segunda División se encuentran en grave riesgo, y la incertidumbre reina en el entorno del club en medio de esta situación complicada.