Ashley Cruz nació en los Estados Unidos, pero viste con orgullo la camiseta de El Salvador, el país de sus padres.

Fue sólo hace unos meses que la delantera de 16 años – que milita en el equipo mexicano con sede en los Angeles, Esperanza Tigres- llamó la atención de los observadores por su depurada técnica y habilidades ofensivas excepcionales.




Un avance rápido hasta el miércoles cuando Cruz anotó tres goles en su debut con El Salvador, para ayudar a La Selecta a una victoria de 7-1 sobre Nicaragua en un partido por las eliminatorias Centroamericanas para el Campeonato Sub-17 de la CONCACAF 2016.

"Me siento muy orgullosa de representar a El Salvador, porque mis padres son salvadoreños" dijo Cruz a CONCACAF.com. "El sueño de mi padre siempre fue que su hija jugara para La Selecta".

Todavía emocionada por el debut internacional prometedor en el Estadio Mateo Flores, Cruz recordó uno de los consejos que recibió antes del partido: "Mi papá me dijo que aprovechara cada oportunidad que llegara."

 Para que los salvadoreños puedan asegurar un lugar en el evento de CONCACAF, deben ganar el primer lugar en su grupo de tres equipos de la Zona Centroamericana. Las juveniles salvadoreñas, volverán a la acción el domingo, dos días después que el país sede Guatemala se enfrente a las nicaragüenses. Dependiendo del resultado de ese encuentro, un empate puede ser todo lo que se necesitan en el último partido del Grupo A para reservar un billete a Granada.

"Jugamos como un equipo fuerte", comentó Cruz. "Todavía tenemos un juego, sin embargo, para poder clasificarnos y esperamos hacerlo bien."

Después del torneo, Cruz seguirá trabajando hacia sus otros objetivos futbolísticos.

"Quiero jugar al fútbol a un nivel alto para una universidad en los Estados Unidos." "Espero que jugar para para la Selección Nacional me ayuda." concluyó

Fuente: CONCACAF