Fuerte San Francisco dio un golpe de autoridad en el estadio Óscar Quiteño y se impuso con claridad 0-3 ante Club Deportivo FAS, en una noche que terminó siendo para el olvido para los locales. El equipo de Santa Ana, urgido de una victoria tras su reciente derrota frente a Alianza, volvió a fallar, esta vez frente a su afición. La expulsión de su guardameta Kevin Carabantes en el segundo tiempo marcó un antes y un después en el desarrollo del encuentro, y dejó al equipo sin reacción. Fuerte, que venía con un rendimiento irregular, aprovechó cada error y fue letal en los momentos clave del partido.

Durante los primeros minutos, el cuadro tigrillo mostró actitud ofensiva, tomando la iniciativa del juego y presionando en campo rival. Jeffrey Benítez inquietó con un disparo lejano que obligó a Carabantes a intervenir. Sin embargo, esa energía inicial no logró traducirse en goles, y con el paso de los minutos, Fuerte fue ganando terreno. A pesar de algunos intentos de Nolasco y Medrano, FAS no logró romper el orden defensivo de los visitantes, quienes mantuvieron la calma y se replegaron de forma inteligente. El primer tiempo se cerró sin goles, pero con señales de que Fuerte estaba listo para más.

En el complemento, el técnico Edgar Caneda buscó cambiar la dinámica del partido e hizo cuatro sustituciones de inmediato. Sin embargo, la respuesta no fue la esperada. Apenas a los cuatro minutos de la reanudación, Wilson Rugama se anticipó en un tiro de esquina y abrió el marcador para Fuerte San Francisco. El gol fue un mazazo anímico para FAS, que no supo cómo reaccionar. Y si el primer golpe fue duro, el segundo fue determinante: al 54’, Kevin Carabantes salió de su área y tocó el balón con la mano para evitar un avance rival, lo que le costó la tarjeta roja directa y dejó al equipo con un hombre menos.

Con un jugador más y el control del partido en sus manos, Fuerte no desperdició la oportunidad. Yosimar Rodríguez, al minuto 64, marcó un gol de gran factura que puso el 0-2 en el marcador. El Quiteño quedó en silencio. FAS, sin respuestas tácticas ni anímicas, intentó buscar el descuento, pero el desorden y la frustración pesaron más que el deseo. El último golpe llegó al 76’, cuando Marvin Ortez completó la goleada tras una buena jugada colectiva. La zaga tigrilla volvió a fallar en la marca, y el marcador terminó reflejando la superioridad visitante en todos los aspectos del juego.

Con esta derrota, FAS acumula su segundo revés consecutivo y la presión vuelve a instalarse sobre el plantel y el cuerpo técnico. Aunque el equipo aún se mantiene en puestos de clasificación, el rendimiento colectivo genera inquietud entre los aficionados. La falta de contundencia ofensiva, los errores defensivos y las desconcentraciones individuales siguen siendo una constante. Por su parte, Fuerte San Francisco se lleva una victoria importante que puede marcar un punto de inflexión en su campaña. En el Quiteño, quedó claro quién supo leer mejor el partido y quién terminó pagando caro cada equivocación.