La selección francesa se midió este día a Dinamarca en un duelo en el que fueron superiores pero por momentos los daneses pusieron en aprietos a los actuales campeones del mundo.

Francia salía con un plantel lleno de estrellas en todas sus lineas y variando en la zona defensiva a comparación de su primer duelo, para este partido salía con la novedad de Lloris en el arco, Kounde y Varane que eran novedad así como Upamecano y Hernandez que había jugado el partido pasado en la zona defensiva, en el medio campo mantuvo fija la línea de 3 jugadores con Tchouameni, Rabiot y Griezmann, jugador que ha tenido que reinventarse en dicha posición para tener un espacio en el once de lujo de la selección francesa, por otra parte en la zona ofensiva la selección de Francia salía con Mbappé, Dembélé y Giroud, llevando un sistema nominal de 4-3-3, pero, que realmente casi siempre pasó a un 4-2-4.




Por otra parte la selección de Dinamarca quiso hacer lo suyo con jugadores como Schmeichel en la portería, Christensen, en la zona defensiva y Eriksen en el medio campo, de igual manera con el ingreso de Dolberg y Braithwaite tuvieron más impulso ofensivo.

El duelo fue casi siempre con dominio francés y a pesar de no reflejarlo con goles en la primera mitad, la posesión de balón y las jugadas creadas si mostraban la superioridad de los campeones del mundo ante una selección danesa que esperaba bien en su zona defensiva y buscaba contraatacar para tratar de hacer daño, intentándolo en un par de ocasiones.

El partido se abrió sobre el minuto 61’ cuando tras un pase de Theo Hernández y delantero Mbappé sacó un remate que venció al guardameta danés y puso a celebrar a los franceses la ventaja que tenían en ese momento; tras el gol la selección danesa sabía que tenía que ir a buscar el empate y así fue, ya que sobre el minuto 68’ luego de un tiro de esquina, el defensor Christensen apareció para rematar con su pierna derecha y enviar el balón al fondo de la portería, para celebrar de esta manera un empate que era merecido para la selección europea ya que no había realizado un mal partido.

Sobre el minuto 86’ tras un gran centro de Griezmann sobre el segundo poste la rodilla salvadora de Mbappé aparecía y nuevamente el joven delantero le daba la ventaja a la selección francesa, que finalmente terminaría ganando con marcador de 2-1 a una Dinamarca que le plantó cara pero no le fue suficiente. Con dicho resultado la selección blue consiguo el boleto a los octavos de final y deja atrás una maldición que las selecciones campeonas del mundo habían tenido y era la de que al siguiente mundial no avanzaban de ronda, pero, con dicha victoria la “maldición” quedó inválida ya que Francia y avanzó y cumplió.