El pasado 1 de junio la Selección Mayor se enfrentó a su similar de Armenia en un juego que terminó con un marcador de 4-0 a favor de los Europeos, dicho partido no fue transmitido por la televisora propietaria de los derechos de La Selecta.
Luego del partido los jugadores y todo el equipo que le acompaña viajaron a su hotel de concentración, suscitándose después los pormayores que desvelaron la mala organización en el viaje a los amistosos ante Perú y Armenia.
Pero al parecer lo que sucedió no ha sido revelado por completo a pesar de las denuncias de los propios jugadores y prensa. Dice el dicho "Lo que no está prohíbido esta permitido" y ¡vaya! que los directivos de la Federación Salvadoreña de Fútbol conocen muy bien el significado de ello; ya que ellos luego del partido ante Armenia volvieron al Hotel de Concentración en la Ciudad de Torrance California y no precisamente a dormir; los directivos de la FESFUT casi llegada la media noche estuvieron departiendo en las instalaciones del hotel, ante la mirada de los aficionados que acompañaron a los seleccionados hasta el lugar, mirada con la que al parecer no fue inquitetante.
Si bien no hay una ley que les prohiba consumir bebidas embriagantes mientras realizan actividades relacionadas a la Federación y con la identificación que acredita como miembros oficiales del ente rector del fútbol salvadoreño, dan mucho de que hablar al aficionado con el que de momento no gozan de una buena relación; sumado a esto las denuncias de los jugadores por el maltrato al que fueron expuestos en su viaje de vuelta a El Salvador, donde hasta tuvieron que rogar para ser alimentados pasando su noche en el piso de un aeropuerto.
Queda así expuesta la contraparte de como los directivos de la FESFUT pasan comodamente en sus viajes, mientras el jugador tiene que poner la cara por los resultados de una mala organización y el trato, que aunque ya fueron denunciados anteriormente no cala en la dirigencia que sólo hace el "ojo pacho" evitando dar explicaciones a quienes tienen una esperanza de ver algún día en lo alto el fútbol salvadoreño.